domingo, 8 de septiembre de 2019

Soy zamba: una mirada reflexiva (II).

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  En una entrada allá por Marzo relatamos en esta bitácora la aparición misteriosa de un ser mágico que, aunque creíamos en su esencia, nunca imaginamos su existencia. Y así fue que, en una noche memorable, este ser tomó una carnadura que nos dejó absortos. Nos referimos a la Zamba, que aunque su artículo sea femenino, su ser está más allá de los géneros. De hecho, adoptó la figura de un anciano tan antiguo como la organización de las capas geológicas de nuestro suelo argentino. Sin embargo, Zamba volvió a ausentarse por varios meses hasta que nuevamente se volvió a aparecer en este mes de Septiembre en todo su esplendor, casi desafiando al calendario para que adelante la primavera. Con todo, no relataremos aquí cómo fue que se apareció, en qué contexto y a quiénes se les apareció (vale aclarar que el número de discípulos de la Zamba aumentó notablemente desde el último encuentro zambero; y sigue en aumento...) Lo que haremos, a modo de continuación del último relato zambero, será reflexionar un poco en torno a Ella, la Zamba, y a su universo maravilloso oculto a los ojos curiosos.

   Pues, bien. No exageraríamos primero al afirmar que: la zamba es el amor, el amor es la zamba. Difícilmente haya una zamba que no mencione el tópico del amor, o al menos, no haga alusión a dicho tema. El amor atraviesa todas las zambas; las de ayer, las de hoy y las que vendrán. El amor siempre es el motivo para escribir una zamba. El amor es el motor que me impulsa a tomar una guitarra y rasguear una zamba. El amor es a la zamba lo que la generosidad es a la chacarera. Y con el amor, la melancolía es a la zamba lo que la cólera es a la chacarera -doble-. En verdad, la zamba se da con todos los temperamentos. Se hace con todos. No excluye ella de por sí, aunque sí exige atención y dedicación. Se abre al que guarda silencio y vigila su pathos. Su poder lo da al amante peregrino: cura heridas, consuela corazones, alegra espíritus, ilumina mentes y fortalece a los débiles. Uno al retirarse de su presencia magnética, reparadora y liberadora, queda mejor: más bueno, más simple, más contemplativo. Su efectos son muchos pero pocas veces se perciben, lamentablemente. Si supieran los secretos de su magia muchos acudirían a ella. Ella se entrega; no obstante, existe una disciplina para recibir sus bienes. Los discípulos de la zamba cada vez son menos...

  Y al tema del amor -el cual se podría reflexionar mucho más, pero baste lo dicho como disparador para futuras cavilaciones-, se le añade el de la nostalgia. Decir que la zamba es esencialmente nostalgiosa es decir casi una verdad de Perogrullo. Alcanza sólo con oír los primeros acordes de una zamba cualquiera para experimentar ese sabroso sentimiento de plenitud y de insatisfacción al mismo tiempo, paradojalmente. Esa sensación quemante, hiriente, que a uno lo hace suspirar profundamente o sencillamente taparse la cara con la boina en señal de rendición, o mejor dicho, de abandono. El término nostalgia mismo puede ser que escasee en el denominado "zamboral" [de santoral], pero todos sabemos que la nostalgia es el pneuma que sopla zamba tras zamba, con aires edénicos, con promesas "farrusíacas"[de parusíaco]...

  La zamba también es un gran antídoto contra el espíritu que hemos dado en llamar "farrusaico" [de farisaico]. La zamba te obliga a apegarte de lo tuyo, a la tierra en la que naciste y a la que has de volver, a todo lo que te define como persona y te hace ser lo que sos: tu patria, tu familia, tus amigos. Por eso la zamba bien puede ser la verdad, o la que lleva a la verdad. En las zambas hay verdades terribles, agudas, patentes. La zamba tiene su "zambanario" [de leccionario]. Uno si lee y rumia y oye las zambas no puede vivir más tiempo en la ignorancia. Y el espíritu del zambero se ha de ir afinando e iluminando a medida que más zambas se vaya aprendiendo. Éste acopio de zambas que se va atesorando en el corazón es un arma y un escudo para los tiempos de "zambapostasía" que estamos viviendo. Cuando se necesite refutar a los enemigos de la zamba se hallará en las mismas letras zamberas la respuesta precisa, o bien cuando se urja una defensa a tanta música siniestra y corruptora se tendrá versículos de zamba en el alma para el solaz y la recreación. La zamba, en medio de un mundo tan bullanguero y chabacano, es un ancla y un refugio. Y predispone a lo que recientemente se ha nombrado como "farresía" [de parresía]: virtud o cualidad del hombre que sabe farrear a tiempo y a destiempo, con franqueza y con coraje,  sin importar el qué dirán y el cuánto son, farreando sin cesar hasta el hermoso canto del zorzal.

   Para ir concluyendo estas tímidas -y atrevidas- reflexiones, somos consientes que mucho más podría comentarse sobre la zamba o, sencillamente, pensar la zamba (y no solo cantarla). De hecho, algún zambero por allí sugirió que podría escribirse como un vademécum zambero que podría titularse "Para zambarte" [de "Para salvarte"; del padre Loring]. En este libro estaría el catálogo de todas las zambas existentes, con sus historias, sus etimologías; todo. Clasificadas inteligentemente: por ejemplo: aquella zamba insuperable, que se rebele violentamente a cualquier etiqueta, se la llamaría "zamborombón"; o aquella que produzca una vehemencia romántica y belicosa al mismo tiempo se la nombraría "zambón" o "zambomba" o "zambonazo"; la que tuviese un aire mítico, "zambómbur"; la que sonara melifluamente (Cfr. zambas de "Los del Portezuelo") se le diría la "zambala"; la que fuera tímida, sencilla y pequeña, la "zambita"; y así sucesivamente. Además de esto, habrían patrones y padres de las zambas, como Zambasilio, Zambeda o Zambuenaventura. Habrían zambas ortodoxas y zambas herodoxas, zambas canónicas y zambas apócrifas. Toda la historia de los concilios zamberos. Una guía para aprender a contemplar zambas y dejarse llevar por sus alas (¿la santa escala zambera?). Incluirá un "zambómetro". En fin, un índice mucho más amplio podría tener este proyecto apostólico zambonero. Pero se trata de una idea peregrina, nomás...

   Conclusión: quedó en el tintero desarrollar lo que se habló en el último encuentro zambero sobre la relación entre el zambero, la zamba y el tiempo o el Cronos. Pero quizás otro teórico de la zamba se anime a exogitar esta significativa vinculación. Por lo pronto, nos animamos a invitar y a alentar para que haya más gallardos unidos en la pasión por las zambas o por La Zamba. ¡Que un puñado de leales zamberos es suficiente para que la llama de la Gallardía zambera no se apague!

¡Salud por la Zamba!


Ps: a continuación van las dos listas de zambas ejecutadas en los dos últimos encuentro zamberos, respectivamente.

Primer encuentro zambero (Marzo):
1.       Guitarra prestada- José Adolfo Gaillardou - Roberto Rimoldi Fraga
2.       Amor y distancia- Cabeza/ Saravia
3.       Jamás- Juan Carlos Speciale
4.       Mi Luna Cautiva- Chango Rodríguez
5.       Sapo Cancionero- Jorge Chagra 
6.       Yo vendo unos ojos negros- Cecilia Echeñique
7.       Campanitas- José Razzano
8.       Esquina al campo-  Juan Carlos "Canqui" Chazarreta
9.       De mi madre- Chango Rodríguez
10.   Zambita para llegar- Marcelo Ferreyra
11.   La Salorenceña- Jaime Dávalos
12.   Zamba adentro-  Ernesto Cabeza/Víctor Zambrano
13.   Paisaje de Catamarca- Rodolfo "Polo" Giménez
14.   Mis sueños- Peteco Carabajal
15.   Entre la noche y yo- Facundo Saravia
16.   Zamba como las de antes- Ica Novo
17.   Zamba de abril- Chango Rodríguez
18.   Zamba del tiempo lejos- Arturo Dávalos
19.   En mi recuerdo- Pancho Figueroa
20.   Zamba para decir adiós- Argentino Luna
21.   Coplas del olvido- Patricio Quirno Costa/ Angel Dimeo
22.   Niña de Salta- Chocobar
23.   Para quedarme en vos- Intérpretes: Los Chillado Biaus
24.   La bandeña- Félix Dardo Palorma
25.   Zamba para Javier- Ignacio Anzoátegui
26.   Zamba de marzo- Pancho Figueroa/ Luis B. Zamora
27.   La recordada- Zaraik Goulu/ Figueroa
28.   Para volverte a querer- Figueroa/ Zaraik Goulu
29.   No hay nada como una Zamba- Facundo Saravia
30.   La cerrileña- Saravia
31.   Caminito de mi pueblo- Polo Gimenez
32.   Viento lento- Julio Reynaga
33.   Tiempo cereal- Letra: Jaime Dávalos/ Música: Ernesto Cabeza
34.   Tiempo dorado- Ernesto Cabeza/ Jaime Dávalos
35.   Zamba y acuarelas- Raly Barrionuevo
36.   Zamba de un verano-  Daniel Paz
37.   Camino hacia la Puna-  Víctor Hugo Barrojo
38.   Himno a Tucumán-  Carlos Rodríguez Drake
39.   No quieras abrazarme-  Damián José Paz
40.   Siendo tan linda la vida-  María Wernicke
41.   Cosas nomás-  Lalo Herrera
42.   Para que cantes conmigo-  Mariano Coll
43.   La Misma Estrella-  Ernesto Cabeza
44.   Salta te canto-  Los Chalchaleros
45.   Mi Cielito-  Oscar Valles
46.   Zamba del tiempo amor- Marcelo Ferreyra
47.   La Llamadora- Felix Dardo Palorma
48.   Hacia el final-  Pancho Figueroa
49.   Te dejo mi verdad-  Pancho Figueroa
50.   (La 50) Muero lejos de ti- Roberto Ternán
51.   Miéntele a mi corazón- Luis Reinaldi
52.   Zamba para la noche- Juarez
53.   A Pepe Guirro- Payo sola
54.   De ausencias-Raúl Carnota
55.   Zamba de Usted-Félix Luna
56.   Si por Jujuy- Juán Ernesto Gonzalez
57.   La Nochera- Letra: Jaime Dávalos/Música: Ernesto Cabeza
58.   Zamba para mi tristeza-Leónidas de Jesús Corvalán
59.   Zamba por vos- Alfredo Zitarrosa
60.   La López Pereyra- Artidorio Cresceri
61.   Zamba de un triste - Jaime Dávalos 
62.   Recordandote- Alfredo Zitarrosa
63.   A Ernesto Cabeza- José Ferrari
64.   Zamba de ella-  Hugo Rados-Félix Saravia-C.E. Uriburu
65.   Cosas de mi soledad- Fernando Arnedo
66.   Provinciano en B.A. - Félix Luna
67.   Vivo en tu amor- Letra: Jaime Dávalos/Música: Ernesto Cabeza
68.   La Guitarra perdida- Letra: José Ríos/Música: Ernesto Cabeza
69.   Zamba para mis amigos- Robustiano Figueroa Reyes
70.   Mientras bailas- Roberto Cantos
71.   Esplendor del dia- Zaqueus de la Guerma
72. La tempranera- León Benarós

Segundo encuentro zambero (Septiembre):
1. Zamba de mi esperanza
2. Zamba por vos
3. Sapo cancionero
4. Yo vendo unos ojos negros
5. Luna cautiva
6. Jamás
7. La llamadora
8. A los chalchas
9. Zamba de los Chalchaleros
10. Lloraré
11. Esquina al campo
12. Campanita
13. La nochera
14. Zamba y acuarela
15. La López Pereyra
16. Zamba para mi hijo
17. Tiempo cereal
18. Niña dormida
19. Zamba de un atardecer
20. La algarrobera
21. Dos en un sueño
22. Zamba de un triste
23. Vivo en tu amor
24. Zamba del tiempo amor
25. El amor se va
26. Zamba enamorada
27. Para quedarme en vos
28. Para que cantes conmigo
29. La sanlorenceña
30. Pa´ don Rosendo
31. Zamba de Abril
32. Mi cielito
33. De mi madre
34. La federala
35. Pulso de jazmín
36. En esta ausente
37. Coplas a la luna
38. Cosas nomás
39. Mientras bailas
40. Zambita para llegar
41. Himno a Tucumán
42. Si por jujuy
43. Zambita del nochero
44. De ausencias
45. Zamba de Marzo
46. Zamba adentro
47. Zamba de la soledad
48. Tiempo dorado
49. Tierra Salteña
50. Zamba para la noche
51. A que volver
52. A Pepe Guirro
53. A tu ausencia
54. Me muero lejos de ti
55. Para que escuches
56. Miéntele a mi corazón
57. Patio de la casa vieja
58. Engañera
59. Zamba de los yuyos
60. Partir
61. Querencia de mi sentir

62. Zamba de acción de gracias 

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