Queridos amigos gallardos:
Es de mi agrado presentarles a un hombre especial de nuestra era. Su nombre es Pablo d´Ors, y es español. Sacerdote y escritor, lo conocí hace un año, aproximadamente. Fue una bendición haber llegado hasta él, por los caminos de la imparable búsqueda existencial. Mi encuentro con él acaeció en la librería Ágape de nuestra comarca. Tomé un libro que se encontraba en el escaparate de las últimas novedades. Su nombre era: "El olvido de sí". Y lo abrí, y me puse a hojearlo. Lo que me había atraído fue la tapa misma del libro en donde se encontraba una ermita que ya había visto antes, y que tanto me gusta y me cautiva (después me vine a enterar que se trataba de la famosa ermita donde vivió un buen tiempo hasta su trágica muerte el santo Charles de Foucauld en Tamanrasset, Argelia). Pero también me atrajo el nombre del autor, al que asocié con otro escritor de renombre, aunque no había leído nada de él (Eugenio d´Ors, abuelo de Pablo d´Ors). Finalmente lo que me terminó de convencer de llevarme el libro, luego de haberlo hojeado rápido pero atentamente, era el tema de la obra: precisamente la vida de Charles de Foucauld. Ésta figura, desde hacía ya un tiempo que venía persiguiéndome, provocándome y admirándome. Por lo que no dudé un instante más: parecía que el mismo santo quería entablar relación conmigo. En verdad, la relación que desde allí comenzó a florecer fue de a tres: Charles, Pablo y yo. Porque Pablo, el escritor español, utilizando el recurso literario de la biografía, se metía en el corazón mismo de Charles quien, en el libro, es el que relata sus asombrosas vivencias en primera persona, cual si se tratara de una autobiografía. Pero agrego algo más, con el peligro de que esto ya suene a trabalenguas, leyendo con fruición el libro descubría en lo que leía como una especie de "autobiografía secreta": me iba reconociendo paulatinamente en el itinerario -interior- que el mismo Charles iba describiendo en su diario personal (¿o era Pablo d´Ors?). Como sea, uno me llevó el otro y el otro me llevó al otro, y al mismo tiempo los dos me llevaron a mi propia interioridad y a Dios. Y éste fue, en definitiva, el gran descubrimiento para mí. Ésta, la bendición que dije al principio.
En cuanto al "Hermano universal", con este libro de d´Ors se terminó de confirmar en mí la sincera admiración y profunda devoción hacia este increíble santo de nuestra época moderna. Mucho más podría -y sería justicia, en verdad- hablar sobre este amado hermanito de Jesús. Pero no es el motivo de la entrada de ahora. Me interesa presentarles a Pablo d´Ors, pero era necesario que supiesen cómo comenzó, ahora sí, mi relación con este excelente escritor y gran contemplativo. Acabado el libro "El olvido de sí", que tanto lo subrayé, meditando y orando con sus textos, quise seguir bebiendo de la sabiduría de su Autor. Asique continué buscando para saber más de él por internet, y fue en You Tube donde empezaron a aparecer muchas conferencias de él, a cual más jugosa e interesante que la anterior. Sus temas principales son los grandes temas del hombre de siempre (amor, persona, comunión, dolor, luz, oración, silencio, servicio, plenitud, sentido, vida, verdad, misterio etc.). Parejamente buscaba más libros de él para leer (tiene una docena escritos a la fecha), pero no podía hallar otro suyo en las librerías de nuestro pago. Fue en Chile, en una librería comercial, donde encontré nuevamente en la vidriera el último libro suyo: "Biografía de la luz", una lectura mística del Evangelio (2021). Nuevamente me devoré el libro, e hice mal, pues hay que alimentarse y nutrirse con obras así (por eso ya lo releeré con calma, cuando Don Virula me lo devuelva...). Poco después, me leí su otro librito famosísimo titulado "Biografía del silencio", cuya obra lo había posicionado mundialmente como buen escritor dado el éxito editorial que tuvo. No lo leí porque fuera un "best seller", claro está, sino porque su Autor me tenía "enganchado". Sin embargo, no me resultó gran cosa este último en comparación con los otros dos, aunque contiene su enseñanza, indudablemente. Y el último que leí de él -por el momento-, uno de los últimos que escribió también (2017), fue "Entusiasmo", una obra de ficción en donde Pablo d´Ors relata su autobiografía. ¡Impresionante!
Empero, no quisiera cansarlos más con esta introducción, que me parecía por otra parte oportuna también para dar cuenta de cómo los lectores (la mayoría de los Gallardos que seguimos de camino) nos vamos relacionando con los libros y los autores, que a su vez nos llevan y guían hacia nuevas relaciones, que también nos seguirán abriendo nuevos rumbos. Son historias mínimas y bellas que van formando parte esencial de nuestra propia biografía, animada siempre por la búsqueda eterna del corazón, de la belleza, del amor, de la sabiduría y de la felicidad. De Dios. Aún así, también me motivaba compartirles estas experiencias para que se animen a leer alguno de los libros mencionados, o cualquiera que encuentren de este hombre porque, les aseguro, no los defraudará. No los defraudará, si son auténticos buscadores de la verdad y amantes de la vida plena.
Ahora sí me voy despidiendo, dejándoles en el post una maravillosa conferencia que vi hace poco del citado escritor en donde presenta y enseña un tema especialmente importante para este blog de jóvenes escritores -o que intentan serlo-, amigos todos, que tenemos Fe en un mundo incrédulo y acédico. Realmente entusiasma esta exposición magistral, en donde la poética y la mística se besan. Y no digo más... Sólo dejo a continuación una racimo de frases, casi a modo de sentencias sapienciales, que fueron apareciendo durante la charla y que un servidor fue apuntando cual abeja que liba delicioso néctar para la gallarda comunidad literaria.
Atte.,
H.
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"El silencio nos cambia a nosotros. Las palabras cambian el mundo".
"La poética de la mística es cómo hacer que las palabras nazcan del silencio (de la oración)".
"La novela es la épica del individuo".
"Un buen escritor es, sobre todo, el que sabe generar expectativa, suspenso".
"Todo buen escritor debe acabar en «¡fuego!»: incendiar el corazón de sus lectores".
"El escritor es el creador y el orante es el testigo. El prototipo del escritor es la Virgen María porque de su nada, de su vacío, de su virginidad y disponibilidad, da a luz la creación más perfecta: Jesús. Y San José es el testigo silencioso por antonomasia de este milagro".
"Si hay experiencia (contemplación) y expresión (creación) nace algo hermoso y único".
[Tesis] "La escritura creativa puede ser -y de hecho es- un ejercicio espiritual".
"Espiritual significa conciencia del cuerpo y de la mente. Espiritualidad es conciencia de lo natural. Escritura espiritual será aquella que haga justica narrativa a lo que el hombre es, que de una imagen lo más completa e íntegra posible del ser humano, y el ser humano es: cuerpo-mente-espíritu".
[Condiciones del Escritor] "Los auténticos escritores son los espirituales".
"Un escritor nace de una tríada: una vocación, un oficio y un estilo de vida [los libros, los otros, el escritorio]. Vocación es una voz interior que te dice «escribe». Oficio es responder a esa voz poniéndola por obra".
"No basta ser llamado, hay que dar tiempo. Dedicar tiempo a la escritura (como a la oración) es frustrante".
"El escritor (como el orante) lo es siempre, no sólo cuando escribe (o se sienta para rezar). El escritor va teniendo en su vida poco a poco un actitud creativa (como el orante una actitud contemplativa)".
[Los libros] "Es la expresión de otros la que de alguna manera despierta el deseo de la tuya propia".
"El primer consejo que le doy a los jóvenes que quieren escribir es: «lean mucho». La escritura nace de la lectura. Los libros son hijos de los libros".
"Escribir es insertarse en una tradición literaria".
"No podemos no escribir al principio al estilo de los que admiramos. Por eso la principal virtud del escritor novel es la admiración".
"La adquisición de la originalidad, de la propia voz no se llega sin pasar por voces ajenas. Es el otro el que te conduce a ti mismo. Esto cuando uno es joven no lo entiende, pues piensa que está copiando. ¡Copiad todo lo que queréis!".
"La palabra propia nace de la ajena".
[Los otros] "Un escritor es alguien que se interesa por los demás, por el otro. Pero al principio es egocéntrico, pero luego debe atravesar ese ego."
"¡Los escritores buscamos hermanos!".
[El escritorio] "Es el templo del escritor".
"Debe ser una certera combinación entre orden y caos que da como resultado la belleza y la verosimilitud".
[Práctica] "Lo primero es la mano. Escribir es, primordialmente, un oficio manual. ¡Hay que fiarse de la mano!. Escribo primero, y me encuentro con la idea. Las ideas nacen de la propia escritura. La escritura creativa te revela lo que tu no sabes que sabías. La escritura creativa, antes que un acto de comunicación, es un acto de revelación."
"Escritor es aquel que es capaz de soportar mucho tiempo su propia estupidez. La imagen que te devuelve lo que escribes es que eres un estúpido.
"«Una luz brilla en las tinieblas». Una flor nace de un estercolero. Escritor es el que tiene coraje y perseverancia para estar en el estercolero".
"Esto es un ataque permanente a tu vanidad. Los mejores libros salen de la muerte del escritor".
"La literatura que sale del «yo pequeño» es completamente prescindible, por ese debe morir. Sólo vale el libro que sale del «yo profundo», que es universal, y de éstos hay pocos".
"Para que el «yo profundo» nazca hay que purificar la mirada, el corazón; hay que redimirse. Y esto se consigue amando el camino. Poner el foco en el oficio de escribir, aunque no halla resultados".
"No se puede escribir (ni orar) con prisa. Hay que amar la escritura (como la plegaria) más allá de que venga o no la luz".
[Géneros fundamentales] "Ficción (actitud de demócrata) y ensayo (actitud de dictador)".
[Temas] "Vida, amor y muerte. Los buenos libros enseñan esto".
"El drama de la separación (el peor: los ideales -mente- de los instintos -cuerpo-. Por tanto, el tema de la literatura es el corazón, la unidad".
[Conclusiones] "La mirada compasiva es más honda y lúcida que la despiadada".
"La literatura de la luz es un enorme desafío narrativo".
"Hay que escribir novelas que ayuden a bien morir".
"No se cuenta bien lo que no se vive".
"El dilema del escritor es: deslumbrar -se apunta a sí mismo- o alumbrar -da a luz a otro-"-
"El reto del novelista es: mirar la risa de Dios ante la ingenuidad del hombre y mirar la risa del hombre ante aquellos hombres que todavía creen en Dios".
[Final] "LA POÉTICA NECESITA DE LA MÍSTICA".