No quieras tú encontrar al Señor
es Él quien te alcanzará por el camino.
Si transitas a Emaús cansado y confundido,
escucha bien al forastero del camino.
Si la huella te conduce a donde no esperas,
conserva tu paz, hay Algo en el camino.
Si el camino espiritual no es lo que pensabas,
ten ánimo, los ídolos dejaste en el camino.
Si Jerusalén no triunfó como anhelabas,
ni tu Dios se presentó como querías,
Si la ciudad fracasó, y tu Dios se derrumbó,
Arda tu corazón, con los pasos del camino.
Asómate sin miedo a ver el sepulcro,
presta oído a la necedad de las mujeres,
cuando te desilusionen y mueran tus cálculos,
justo allí, lo descubrirás en tu camino.
Oración: Tardos y lentos somos Señor, para descubrir que siempre fuiste Tú. Enséñanos por el camino, líbranos de los ídolos y figuras que creamos de ti. Que nuestro corazón arda, y te descubramos al caer el sol. !Quédate con nosotros Señor, porque atardede! Amen.
Don Virula de Los Gamos
Amén. Así sea. Aleluya, mi hermano Virula, el de los Gamos.
ResponderEliminarUn comentario a su entrada -existencial, del corazón- quisiera ser el post recientemente publicado, en el mismo espíritu de su oración-poesía.
¡Y Cristo resucitado, nuestra alegría!
Por siempre.
Suyo, "andando de camino";
Hilario.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn buen poeta sabe poner en palabras lo que sucede al rededor, pero también lo que sucede dentro de uno mismo, sabe transformar la realidad en papel, en conceptos que aclaran el entendimiento, de ahí lo "rectificador" de la poesía. Y esta rectificación deviene en luz, tanto para el que escribe como para el lee u oye. Sin mas, le agradezco por tan bella poesía. Que el Señor siempre nos encuentre "andando el camino" (parafraseándolo a ud. y a Antonio Machado).
ResponderEliminarDCdB