Cierta vez le preguntaron a un excelente padre sobre el verdadero significado del noviazgo. Este, echando un sorbo de un buen malbec respondió:
-Poco ha de saber de vinos, quien nunca probó la uva. Pero el noviazgo visto de un modo más esencial... Bueno, puede que sepa una o dos cosas.-
Dio el siguiente sorbo y comenzó diciendo:
-Hoy en día la gran mayoría de las personas, hombres y mujeres; gallardos o progres de la tierra, suelen tener en la cabeza que la idea de estar de novio es pura y llanamente sentimental. Muchas canciones, películas, libros o artículos nos muestran el amor entre un hombre y una mujer como algo totalmente cursi: el chico que corre hasta el aeropuerto para impedir que su enamorada tome el avión que los separará para siempre; la amante que llora porque su amado no le corresponde en lugar de afrontar el problema maduramente; las famosas habladurías de "éramos el uno para el otro pero las circunstancias nos separaron"-
El sacerdote hizo una pausa entonces, mirando a todos en la sala y continuó diciendo: -Pues yo pregunto: ¿Cuándo fue que se perdió la esencia de lo que significa amar a alguien? (Me disculparéis pero todos los ejemplos anteriores me parecen una sarta de estupideces.)¿Cuándo se perdió la sencillez y sacralidad del noviazgo?¿Cómo fue que la cursilería barata reemplazó tan ampliamente a los verdaderos actos románticos?. El noviago mundano es puramente físico: gente que se conoce en una fiesta tras un encuentro amoroso y que sigue en contacto. Hombres que ven a una chica en las redes sociales y comienzan a hablarle, arrastrándose por el físico de esta y rogando una muestra de atención. Mujeres vanidosas, mostrando su cuerpo y cambiando de novio como si de vasos descartables se tratase. Inmadurez y terror a la seriedad y el compromiso que flotan cada vez mas por nuestra mente.-
Y continuó diciendo: -Para estar de novio uno debe ser maduro, no imprudente; romántico, no cursi; responsable, no inconsciente. Porque el noviazgo es un compromiso para con el otro, tanto terrenal como espiritual. Debe ser visto como un acto de amistad, como una aventura (en el mejor sentido de la palabra); o mejor,como dos compañeros que caminan por tierras oscuras, ayudándose mutuamente (con Dios al lado, por supuesto). Estar de novio significa que te den un sopapo cuando te equivoques y que tu contra-parte te haga rabiar, te moleste y te agobie por tu propio bien. Porque es una preparación para el matrimonio.-
Uno de los discípulos preguntó entonces:
-Maestro, ¿Qué es ser romántico?-
-Lo romántico no es cursi- respondió el sacerdote dando otro trago -lo romántico es sincero, es una poesía, una llamada, ver juntos las estrellas. Enseñarle al otro las cosas bellas que uno descubre en el mundo y que este haga lo mismo; es compartir y amar lo aprendido. Lo romántico se trata de hacer, no de decir. No es decir cosas como "prefiero morir a no estar contigo". Se es romántico cuando se muere por ella (llegado el caso) sin decir palabra alguna.-
Para finalizar el Maestro dijo:
-Pero siempre deben tener en cuenta a Dios, recen para que les muestre a su amada, oren por su alma aunque todavía no la conozcan, pídanle a la Virgen por su familia, y por sus hijos. Y rueguen por ustedes mismos, para estar listos cuando el Padre se las muestre.-
El Corsario Negro
Ahora sí!!! Pero tuve que borrar o algo así la aparición auotmática del remitente. Mi torpeza cibernética crece,junto con las otras. Perdón pues. En mis tiempos al primer amor se le escribían cartas en soporte papel (horribile dictu). Y lo que era recibirlas! La emoción al abrir el sobre... Y e atesoraban y releían... Me imagino que los gallardos lo hacen. Es fantástico.
ResponderEliminarAnónimo Normando.
Bueno, si el Anónimo Normando ha arribado a este terruño poético, dense por jóvenes dichosos. El agradecimiento es un acto de justicia. Y yo le digo: ¡Gracias!
ResponderEliminarGallardos, si quieren ser románticos de veras, observen a los amigos viejos y caballeros. Digo, porque hay viejos verdes y caballeros jóvenes; pero quien es viejo y caballero, tiene la virtud y la experiencia que se transparentan en la intimidad de su hogar... en el gesto honrado, la sonrisa cómplice, el silencio paciente, la caricia perfecta. Yo -que estoy entre el Anónimo y los gallardos-, me he servido de esos ejemplos.
Los años purifican los afectos superficiales y el empalago de palabras que se las lleva el viento.
Va por buen camino, querido Corsario Negro, compañero de este mar tempestuoso.
Lo abraza desde el timón,
Capitán Dalroy.-
Excelente aporte el suyo, bienquerido Darloy. Los amigos viejos y caballeros sirven como ejemplo a los jóvenes escuderos. Es preciso imitar cual Sancho a nuestros Quijotes para así correr firmemente y con sencillez a los brazos de Dulcinea.
ResponderEliminarMe animo a pedirle que profundice el tema, si lo desea, en un escrito ya que parece buen conocedor del mismo.
Saludos desde las tenebrosas aguas del Mar Desconocido, compañero marino.
Corsario Negro
Ya lo creo. La novia, ante todo, es la futura madre de los hijos. El resto sirve en tanto se acomode a esta verdad.
ResponderEliminarUn rústico sin garbo.
Estimado Corsario, ¡vaya tema ha tocado!
ResponderEliminarEl Curita de su relato debe ser un varón interesante, que evidentemente sabe de galanterías y romanticismos. Cuesta hallar curas de este estilo y con experiencia en el asunto que plantea. Es una gracia hallarlos y aprovecharlos. Yo, más bien, conozco a laicos que han vivido en primera persona dichos romances de la vida. Los tengo a mano y los consulto en esta materia. Siempre uno aprende conversando con amigos casados o de novios -a menudo, enamorados- que te comparten sus secretos de galanuras y de cortejos. Aunque no sólo hay que estar casado de novio para decir verdades de este género. Jugosas enseñanzas he recibido de solteros observadores y sensibles que pintan con exactitud el realismo de los cuadros amorosos, del flirteo, la conquista y la búsqueda gallarda.
En cuanto al noviazgo, muchas ideas tenía tiempo ha cuando andaba solo por esta valle lacrimoso. Empero, fue mi amigo Jens quien me dijo una vez: "Todas sus ideas sobre el noviazgo se le derrumbarán cuando finalmente se ponga de novio." Y bien, un poco en este trance estoy: viendo qué queda en pie de mis ideas de antaño, y qué es lo que debe morir para tener la imagen precisa del noviazgo y todo lo que ronda en torno a su figura.
Y por fin, el tema del Romanticismo Vs. la Cursilería es digno de una entrada aparte. Ya mucho adelantó el experimentado Capitán Dalroy sobre el tópico en cuestión. Pero hay más, mucho más...
¡Ya! Le dejo mi saludo, desde mi carajo.
Don Hilario+