“Hay expresiones artísticas que son auténticos
caminos hacia Dios, la Belleza suprema; más aún, son una ayuda para crecer en
la relación con él, en la oración...”
“Ah la pucha que linda frase” expresó Don
Alcandora Tuk sin tener mucha sabiduría para entender en su totalidad de la
frase expresada.
Pero, ¿se puede entender hoy en día tal
exclamación?
Para mi es referido solo a lo Sacro” respondió
rápidamente, con un recipiente en la mano de madera por fuera y metal por
dentro, donde poseía hielo, Coca-Cola y quizás fernet, una mescla que en el
entonces le proclamaba una sonrisa mezclada con sueño en sus ojos.
¿Solo a eso diría usted? Le increpó con un tono
más rígido y seguro, Don Hilario de Jesús. Más preocupado en preparar su pipa
que en responder con su sabiduría
Todo parecía continuar sin que se resolviera la
disputa de la frase o por lo menos entenderla.
Mientras
tanto Don Virula y Zaqueus, deleitaban con sus zambas y se mantenía el fuego,
por Don Alcandora, que parecía ser el centro de la reunión pero no era, el fuego,
el motivo de tal. Todos muy “cómodos” en medio de un clima de llovizna que por
el mes de marzo parecía ser raro por ser un poco frio
Cuando todo parece ser ideal y que vaya pasando el
tiempo y que salga todo bien, ¿qué mal se puede esperar? Claro, juntada,
amigos, comilona, vinos, fernet, gin, cigarros, folclore, fuego, ¡todo está
bien!
Peeero, sí. Piense amigo que no se puede descuidar
el hombre porque no estamos solos en esta lucha, siempre anda al acecho aquel
enemigo, el coludo, el mandinga o como quiera nombrarlo, por mas que se lo odie
hay que reconocerlo porque no hay peor cosa que no tenerlo en cuenta porque es
cuando más está obrando sin que nos demos cuenta.
Acaso en medio de todo esto que está bien, ¿está
el enemigo?” Dijo Don Rionnes sin dudar
Si” respondió rápido y seguro Don Alba
Claro, está en lo cotidiano, en acostumbrarse de
lo bueno sin dejar de agradecer. Parece sencilla la respuesta pero es así,
cuando entramos en la comodidad y nos creemos que todo nos es dado porque sí, y
no agradecemos de cada cosa, por tener amigos con tal en vez de tener a quienes
nos desvían, o por estar en otro tipo de ambiente. Por creer que es obligatorio
que tales toquen instrumento solo porque lo saben hacer. ¿Por qué no tocan
otros? Yo personalmente no se ni tocar
ni cantar. ¡AH! ¿Y por eso solo me siento a escuchar? Es donde está mi mal que
por no saber entonces exijo que el que sabe lo haga bien y me divierta.
¿Se trata solo de divertirse? Expresó Don Virula
Noo, me parece che” agregó Don Zaqueus, fumándose
su cigarro.
Entonces, a esto viene la frase inicial.
¿Y de quién es esa frase? Curiosamente preguntó
Don Rionnes
Es de Benedicto XVI, que la escribe en la
catequesis de oración, cuando habla de oración y arte. Respondió Don
Theresiano, aquél que nunca habla.
Bueno, cuéntanos un poco más a qué se refiere en
esto del arte Benedicto” apuró Don Hilario
Y…en la catequesis también dice: ¡Cuántas veces
entonces las expresiones artísticas pueden ser ocasiones para que nos acordemos
de Dios, para ayudar a nuestra oración o también a la conversión del corazón!
Pero que tiene que ver todo esto con las farras
expresó Don Alba que más por no entender preguntaba para cerrar la idea.
Fíjese amigo, continuo Don Theresiano, tal como
los bueno amigos nos acercan a Dios de mismo modo las buenas costumbres, sino
piense un poco en las letras del reggaetón no nos ayudan muchos si las tenemos
todo el día presentes en nuestro pensamiento al momento de rezar nos distraen.
Pero si el Folclore, por la armonía en su música, y sus letras que no todas
hablan de Dios directamente pero si de buenas costumbres.
De modo que tenemos tantas cosas buenas, como
amigos y personas que saben deleitar del Arte de la música, ¡y no nos damos
cuenta!, es más, pareciera que nos dejamos llevar por el enemigo y nos tienta
con aburrirnos de lo mismo.
Estimado Theresiano:
ResponderEliminarMaravillosa entrada e interesante invitación ha hecho con estas palabras.
Invita usted a apreciar estas expresiones artísticas, ya que aveces vamos por el mundo como ciegos que no perciben la belleza y claridad de los colores. Pero no solo apreciarlas sino también agradecer día a día a nuestro Señor por mostrarnos ese granito de "belleza".
De lo contrario caemos en el abismo de la cotidianidad que nos va quitando poco a poco la capacidad de asombro.
¡Esta es una terrible arma del demonio!
« Sed sobrios y vigilad , porque vuestro adversario , el diablo , como un león rugiente , ronda buscando a quién devorar . Resistidle firmes en la fe , sabiendo que vuestros hermanos dispersos por el mundo soportan los mismos padecimientos » (1 P5, 8-10) .
Un cordial saludo.
¡Don Theresiano, sea muy bienvenido en esta bitácora!
ResponderEliminarMe alegro que por fin se haya animado a dar ese salto literario a una pileta sin agua pero profunda... A buen entendedor, pocas palabras. Y a pocas palabras, buen escritor. El silencio bienvivido puede dar sus frutos jugosos, siempre a su tiempo. El silencioso, a veces, engendra palabras de vida. Todos, en verdad, necesitamos de ese silencio contemplativo para decir algo vital, hondo y bello. Hay que cultivar esa capacidad de escucha, no sólo en el ámbito social/relacional, sino en todo momento: oír el leve roce de la sangre fluyendo por mis venas, oír el murmullo sutil del planeta girando, oír el despertar de una flor al salir el sol. Para oír a Dios, dentro y fuera de mi.
Anímese a más, Don T., nadando hacia aguas abiertas...
Con un apretón de manos lo despido, aguardándolo nuevamente por aquí.
Hilario.