martes, 27 de junio de 2017

Trilogía: El Nuevo Anillo de Sauron (II)


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Luego de su alegre descanso, Don Viruleta regresó a su hogar con los suyos. Alegre comentó a sus padres sobre su nuevo objeto precioso. Estos, que siempre vieron como peligroso toda cosa que encierre poder, dijeron al joven: "Que bello objeto hijo, mas no olvides nunca que todo puede encerrar un peligro", a lo que poca importancia le dio. Siguió alegre sus días, y propagó entre sus amigos el uso del celular. No pasó mucho tiempo para que todos sus vecinos y amigos consiguieran el suyo. Una vez modernizados, los amigos comenzaron a enviarse fotografías, mensajes, audios y llamadas. Toda hacía que se divirtieran mucho a través de esto. Por momentos llegaban imágenes de Don Ojota pescando en el Rio Grande, o bien videos de sus primos tomando cerveza desde la otra Cuadrena, Don Jimmy por los bosques de Lothlorien con su elfa, Don Branca lo llamaba mientras cosechaba y tantas otras cosas. Todos estaban bien conectados y al tanto de todo. Era impresionante como Don Virula se enteraba de todo al instante, al tiempo que moría de ganas por estar allí. Día a día iba obteniendo más y más contactos. Hasta aquí, todo parecía marchar bien, mas, no por mucho tiempo.
Cierto día, el Viru, se levantó temprano como de costumbre, pero al sentarse en la cama, vió que tenía mas de 98 mensajes por contestar. Sin perder el tiempo comenzó a devolverlos, y sin dejar de observar su objeto precioso preparó rápido su desayuno y se sentó. Su madre lo saludó afectuosamente, pero el muchacho abstraído no contestó, lo cual, llamó mucho la atención de su viejita hobbit. Luego, siguiendo embobado como estaba, fumó su pipa en el jardín. Y si por esas cosas, su jardín se estaba prendiendo fuego, él no lo hubiera notado.
Describo este ejemplo, a modo de referencia, pues hay miles y muy graves. La cuestión es que Don Virula, poco a poco comenzó a dedicarle más y más atención. Las pipas mañaneras dejaron de ser un momento de ocio y contemplación, pues ahora prefería ponerse al tanto de la última novedad de sus amigos. En las comidas familiares, ya no comentaba nada, pues su celular no podía esperar, y lo que contara su padre sobre el trabajo en los sembrados, poco interesaba. Cuando por fin lograban reunirse los amigos, de pocas cosas hablaban, pues ya no habían grandes novedades, ni anuncios sorpesivos que llevaran a los amigos a grandes brindis ni discursos, Comenzaron a decaer las charlas íntimas con Don Ojota, con algún vino de por medio, pues sabían todo del otro al instante. Las bienvenidas de los viajeros comenzaron a tornarse un tanto aburridas, pues todos ya habían visto los videos, imágenes y escritos. Ya no había espacio para exagerar las historias, pues todo era corroborado por el precioso.
Y esto seguía creciendo, cada vez los iba absorbiendo más y más. Don Virula dejó de interesarse por las caminatas, los libros de papel, los mapas, sus poemas... Todo esto parecía aburrido ante tamaño objeto, esa pantalla brillante lo llamaba permanentemente. Siempre había un mensaje que leer. Las cosas corporales comenzaron a perder profundidad, solo la pantalla lo animaba. Los bosques se tornaron aburridos... Había perdido el contacto con la naturaleza. La comarca declinaba. Los chusmas aumentaban, y todo se sometía al juicio de la web. El enemigo iba cumpliendo su contienda, los hobbits comenzaban a estupidisarse, en especial las mujeres, que cada día se volvían mas vanidosas, y había una competencia brutal entre ellas por ver quién obtenía la foto mas aplaudida de la Comarca y la sombra del Tedio lo iba cubriendo todo. Sin Celular, las personas se sentían solas y aburridas. Solo la luz de la pantalla alimentaba sus ojos. Tan solo los adultos, lograban escapar al efecto, mas, no salían de su preocupación.
El Mal, comenzaba a frotarse las manos, pues comenzaba la segunda parte del plan: "THE INSEPTION". Esto consistía en una serie propagandas en la web donde subliminalmente se propagaba la cultura de lo feo, lo sensual y lo impuro: Mordor. Y los hobbits perdieron su arma de fuego: La pureza de las cosas: la inocencia del pensar, el amor al trabajo, el deleite de lo bello y el humor limpio.
Gandalf, aún no aparecía.


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Continuará...

2 comentarios:

  1. El mal se va extendiendo por la Comarca, mas no sabemos cómo se lo combatirá, o si se lo combatirá. Estamos todos ansiosos de ver su tercera y última parte, don Virula. Está captando muy bien las consecuencias del comunicador en las amistades, ha dado usted en el blanco.

    Un abrazo,

    E.N.

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  2. Duele el hecho de pensar que este nuevo anillo no esta en manos de uno solo sino que todos tenemos uno. Esta vez Sauron cambio su estrategia y nos ha dado uno a todos haviendonos creer que con este todo lo podremos. Pero lo peor aun, lo mas catastrófico,es como usted bien dijo, es la perdida del asombro y de la sorpresa, aquella fuente vital que da luz al andar de los gallardos.
    Espero con ansias la tercera parte y la venida de Gandalf.

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