Los cielos grises invitaban a calentar el agua para un mate y prender un cigarro. A pesar de estar ocultas las montañas, el paisaje era imponente, el cielo, usualmente azul para los cuyanos, se hallaba cubierto con lo que prometía ser una de las pocas tormentas que mojan nuestra tierra seca.
En la arboleda del fondo de los jardines de La Guerma había una mesa pequeña, ocupada por los tres paisanos de Las Antiguas Chacras, Jimmy el cazador, El Bagual y Zaqueus.
—"Pero, ¿No se quemará?" Preguntaba Jimmy, atónito, contemplando la pipa de caña que había hecho con sus propias manos el Bagual.
—"De seguro, amigo. Pero logra su cometido sustituyendo temporalmente a mi antigua pipa querida, que llegó a su fin cumpliendo con su destino" Respondió.
—"Dices la verdad, cumplió su destino, tanto como lo hará esta nueva y así la siguiente" Comentó Zaqueus con los pulmones llenos de humo.
—"Pues si, y esto aplica también al resto de las cosas" Dijo Jimmy.
—"¿De qué hablas? ¿Qué otras cosas?" Preguntó Zaqueus.
—"Todo lo que nos rodea, y nosotros mismos también"
—"Nosotros en el paso por la tierra, pero luego hay más" Aportó el Bagual "La pipa cumple su función cada día hasta que llega a su fin, no así nosotros que somos puestos a prueba cada día para asi algun día ser juzgados y obtener el resultado de nuestro andar. Por eso es que, haciendo alusión a la milonga "no se deje estar durmiendo, que puede venir el dueño a la hora en que más ataca el sueño"
"Ay de nosotros que vivimos durmiendo habiendo recibido tantas gracias" Dijo por lo bajo Zaqueus.
El silencio inundó La Guerma unos instantes mientras los tres amigos fumando cabizbajos se reprochaban para sus adentros.
"Maldita la vergüenza que me invade, ya que hace confundir mis pensamientos al desear dejar esta vida que me ha regalado el Señor" Exclamó Zaqueus con enojo.
"No estás del todo equivocado, amigo. No es necesario morir para despojarte de ella pues: "El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna" Le respondió Jimmy con un tinte de esperanza en la voz.
"¡Claro! ¡Hay que perder la vida para llegar a la salvación! ¿Cómo deberíamos actuar si queremos desarraigarnos de esta?" Gritaba exaltado el Bagual.
"Quizás llevando una buena vida de oración y encontrando la voz del Señor. Asi podremos ver qué es lo que quiere de nosotros en cada momento" Opinó Zaqueus.
"Exactamente, y como rebalse de la oración comprenderemos con mayor facilidad aquello de lo que habló Don Rionnes, y podremos darnos íntegramente al prójimo poseyendonos a nosotros mismos al habernos despojado de aquella vida" Completó el Bagual.
"Entonces amigos queridos, dejemos de embromar y empecemos por rezar" Cortó Jimmy.
Dicho esto se paró y saludó con la cabeza marchandose, y así tambien lo hizo el Bagual.
Jimmy el Cazador, El Bagual, Zaqueus de la Guerma.
Estos tres chacristas deslumbran con su inconformismo ante la sociedad en la que vivimos. Vuestra intranquilidad la puedo olfatear y en ella me puedo deleitar pues habla de una búsqueda impetuosa hacia las Alturas donde otro humo -ya no el de sus pipas y cigarros-, luminoso, los envuelve.
ResponderEliminarEste trío es picante, interesante y amable.
A los tres népticos que luchan para no quedarse dormidos, os lo saluda Don Hilario del barrio Liquidámbar con una pipa en una mano y una copa de vino en la otra.
Innovadora intervención de la Triple Alianza! Este relato es simple y claro. En su sencillez, se encuentra el gran secreto de la transparencia del manantial de las cosas sabias. No han necesitado del remolino para observar la hondura, sino mas bien el agua calma y cristalina. Interesante me resulta también, la falta de cordura que muchos sufrimos. Por momentos nos desvelamos de preguntas, de largos raciocinios y encrucijadas sin salida. Y olvidamos el principio, rezar. Nos quejamos de la falta de ánimo, o el austero avance espiritual, y olvidamos lo primero, rezar.
ResponderEliminarDon Virula.
Excelente entrada del trío dinámico... bueno quizá "dinámico" no sea una palabra que a Don Hilario le guste mucho jaja...
ResponderEliminarAnsío fuertemente volver a visitarlos a sus chacras tan cercanas de mi casa de estudios mayores agrarios. Si disponen de un rato apacible para unos mates, sin dudarlo "les caigo".
Agradezco esa delicadeza del matiz literario que colocaron en el nombre de la publicación que evoca a una canción muy conocida y querida por mi.
¡¡A no dejarse dormir, que puede venir el Dueño en cualquier momento!!
Abrazo triple,
Don Camilo