Volvía el Marqués del Godoy de una visita por sus dominios. Las fronteras siempre hay que cuidarlas, y, según se comentaba, había gente del Fuchs que se quería sublevar contra el Señor del feudo godoycruceño, por los altos impuestos y el "ius primae noctis" que últimamente aquel exigía a sus vasallos cuando se desposaban. Y es que, no por ser Marqués, dejaba de ser humano. (Valga recordar que aun así, por la gran amistad que los unía, había eximido del derecho a la primera noche a Dom Abbuba, el Staret del Violín, y a Don Virula de los Gamos).
Cansado así como estaba, el Marqués invitó a cenar al Ojota, su gran amigo del histórico Guaymallén- departamento que el Marqués despreciaba en apariencia, pero estimaba en verdad-. Así pues, pasadas las 10 llegó Don Fonsé en su siempre digno de admiración Halcón Milenario, recién lavado por cierto. No venía sólo. Había traído de pasada al gran Staret y al de los Gamos, el mayor.
Y así arrancó la noche, sentados a la mesa, con toda clase de manjares alrededor, y doncellas bailando al compás de un muy templado y contrapuntístico Bach. Como no podía ser de otra manera, la conversación pronto decantó en lo que probablemente más amaban aquellos hombres (exceptuando tal vez-sólo tal vez- a las damas): las calles y avenidas de la querida Mendoza.
-"No se que opinarán los presentes, pero sin dudas la Cervantes es la joya más importante de estos feudos."- acotó Don Virula de pronto-"Los follajes de los árboles extendiéndose por kilómetros sobre la vía, asemejándose a un túnel del Espacio-Tiempo (también conocido como Agujero de Gusano) es como un elixir que alimenta mi asombro e ilusión de que quizás todavía hay belleza en las cosas."
"¡Te equivocas amigo mío!"-soltó bruscamente Dom Abbuba-"Es en verdad muy bella la mentada calle, más hay una aún más bella, y sobretodo más querida al pueblo del Marqués. Claro está que hablo de la gran Perito Moreno. Modesta en belleza, pero más colosal en importancia y en historia que cualquier otra del feudo. Desde la Gran Plaza Municipal hasta la punta de la Puntilla, valga la redundancia, no se interrumpe, siempre fiel. Además, en ella vive Evilio, el Confesor de almas, que adivina los pecados abriendo los corazones de los hombres con las llaves de San Pedro, el pescador".
Don Ojota, riendo entre dientes, miró con soslayo a sus amigos y dijo finalmente:
"Se equivoca Don Virula y se equivoca Don Abubba. La perla entre las perlas, más fina que la seda y más brillante que el sol naciente, no es ninguna de las nobles calles que nombraron. En verdad se escurre por Chacras hasta entrar en el Godoy como en un estuario. Es el pasadizo secreto, el atajo bendito que sólo los sabios utilizan para escapar a las maldades de los semáforos y el tránsito. De la gran Álzaga hablo."
El Marqués, que hasta entonces había escuchado a sus amigos atentamente, irguió su larga figura sobre la mesa y pidió el cese de la danza y el silencio de la música.
"¡Ea! Maravillosas palabras han sido pronunciadas por boca de ustedes. Gratificante es en verdad oír los halagos con que cubren a mis pagos. Y gran alegría me da no sólo que vengan de sus habitantes- dijo inclinando la cabeza en señal de aprobación a Dom Abbuba y Don Virula- sino también que los hijos del Cacique sepan apreciar la belleza con que la Trinidad quiso adornar estas pocas hectáreas.
Y de pronto, con mirada taciturna y gesto imperturbable, el Marqués soltó en alta voz:
"Mas errados están los tres, debo decir. Pero no tienen porque lamentarse, ya que hasta hace poco habría yo mismo opinado como uno de ustedes. Las joyas mencionadas, a pesar de su resplandeciente virtud, son tuertas. El misticismo que Cervantes tiene, ni Perito ni Álzaga lo poseen. La virginidad de ésta última, las otras dos no la tienen. Y el amor en mi pueblo por ésta última es sin dudas superior a las otras dos."
Fonsé, con agitada expectación y un poco de incredulidad, inquirió:
"¿Cuál es entonces, pues, la más gloriosa de todas las calles y avenidas de este Marquesado?"
El marqués respondió:
"Hace poco no más que la he adquirido, y bastante he tenido que dar a cambio, ya que tuve que entregar todo el barrio bancario. Sin embargo, una ganga considero que ha sido. Si el dueño realmente hubiera entendido de lo que se estaba desprendiendo, probablemente me hubiera quintuplicado su precio. O ni siquiera me lo habría vendido."
La expectación crecía dentro del salón. Intrigadas miradas iban de aquí para allá, oteando la situación. Finalmente, continuó el noble:
"Italia tuvo sus terruños en la lejana África, España en Ámerica, e Inglaterra en todo el orbe. Ésta última nación, sabiendo que quien domina los mares domina el mundo, se hizo ni más ni menos que del Peñón de Gibraltar, lugar que probablemente nuestro camarada Don Pelayo conozca mejor que cualquiera de nosotros. Pues bien, el Godoy también desde hace escasas semanas tiene su peñón de Gibraltar: he adquirido el cóndor de Mendoza."
Don Abbuba estalló en una carcajada: "¿De modo que nos has hecho esperar con tanta ansiedad para decirnos que compraste el cóndor?¿ La intersección entre el acceso Sur y el acceso Este?"
Los demás también rieron con sorna. Sin embargo, el Marqués, tomando tranquilamente la palabra dijo:
"Esa es exactamente la reacción que tuvo el Intendente de Guaymallén cuando oyó mi propuesta. A pesar de ello, intentaré iluminarlos. El cóndor de la ciudad de Mendoza no es más que el verdadero centro del mundo terrestre. Y esto en el más estricto sentido."
"¿A qué vas Marqués, de una buena vez?", interrumpió súbitamente Don Ojota.
"Saben bien que el centro del mundo ha sido fijado arbitramiente por dos líneas: el Ecuador, y el meridiano de Greenwich. Más ello no ha sido más que un capricho masón para dejar al Tercer Mundo lejos de los eventos importantes de la tierra. El verdadero origen del sistema de coordenadas terrestres-latitud y longitud-debe estar en ese cóndor. He aquí el motivo: el viejo acceso Este no es más que la Ruta 7, que va desde el mismísimo puerto del Buen Ayre hasta el pie del Aconcagua. Por otro lado, el acceso Sur es la Ruta 40, que extiende sus brazos desde la Quiaca hasta Ushuaia. Así pues, éstos dos caminos, los más importantes de nuestra Patria y por lo tanto del mundo (nadie dudaba en aquella mesa de la superioridad de la Argentina) se interceptan en un único y particularísimo punto, el cual desde hace poco me pertenece. Y ese nudo, ese empalme, tiene el misticismo cósmico de Cervantes, la importancia histórica de Perito Moreno, y esconde el secreto bendito de Álzaga."
Los demás, perplejos al descubrir tamaña verdad, quedaron boquiabiertos. El primer en romper el silencio fue Don Virula:
"Ahora así hablas con claridad y en verdad vemos la grandeza de tu adquisición. Quiera Dios que los topógrafos del mundo quieran reestablecer el origen del cosmos adonde pertenece, al inconmensurable cóndor."
Con un chasquido de dedos del dueño de casa, la música volvió a escucharse y las doncellas volvieron a agitar pañuelos. Y los amigos reunidos brindaron con el whisky en mano, y pasaron a otro asunto.
Excelente Marqués!! No conocía ese cruce. Bueno, ni tampoco recuerdo las calles mentadas. El maldito tiempo ha cavado un hoyo de olvido en mi memoria, y no soy capaz de recordar más que algunas cosas.
ResponderEliminarSiga así! Que para mí es un deleite que usted escriba sobre su marquesado, y que lo haga tan bien!
Un fuerte abrazo desde el Peñón a Godoy!
Que hermoso relato , estas tierras fueron germinadas por una lagrima mística caída en el desierto. Y el Godoy la Flor de este desierto , la más perfumada con canta la tradición.
ResponderEliminarGran adquisición Marques
Estimado Marqués
ResponderEliminarTantas veces se insistió entre los gallardos luchar por la belleza. Ser conscientes de cuanto deberíamos valorar nuestras históricas calles y avenidas es una gran manera de hacerlo.
Solo hacerle una requerimiento. Cómo buen ciudadano de las tierras del gran Godoy, y como representante de los barrios Fuchs y Obras Sanitarias, considere su excelso Marqués revisar el tema del "ius primae noctis" con su servidor y mis otros aliados, todos ellos fieles devotos del magnánimo Evilio ( o Elvirilacio como lo conocemos).
Con el respeto que se merece le mando un abrazo.
Don Ábila, servidor suyo del oeste.
Honorable Marqués del Godoy, guardián de las tierras en cuyo seno se encuentra la perla de Los Gamos:
ResponderEliminarDisfruté cada frase en que se nombraba al querido Godoy, como conciudadano suyo le agradezco por su labor y su gran adquisición del simbólico e histórico Cóndor del cruce de la Virgen. Quién pensaría que fuera tan importante para el mundo, y siempre estuvo ahi; y cuántas veces transité sin saludarlo!
Gracias porque además de gobernar también nos enseña a querer cada día más nuestro hogar. Espero que la humilde "Zamba Nostalgiosa" sea digna de su oído y de su casa.
Atte: Don Camilo de los Gamos, el menor.
Generalísimo y graciosísimo Marquéz del Godoy, señor y soberano de la tierra más preciada en el Kosmos, desde que se hizo la luz hasta nuestros días, lo saluda su amigo y vasallo, Don Virula:
ResponderEliminarSus palabras son más sublimes que la mismísma luz de Eärendil. Mi alma canta de júblio cada vez que escucho sobre el Godoy y sus lares. Es como el fresco y enjundioso vino añejo corriendo por mis labios. El Godoy es el centro mismo del Big Bang, por allí hemos crecido, allí han vivido mis ancestros durante siglos. Es la hermosa patria inmediata. Y como dice el viejo refrán, Cielo y Tierra pasarán, mas la Cervantes no pasará jamás.
Escribo un tanto exaltado, dado a que me vienen a la memoria todas aquellas noches en que nostálgicos nos sentabamos al lado del casique guaymallén, colgábamos nuestras cítaras y llorabamos al Godoy. Recuerdo cada noche que hemos pasado hablando durante horas sobre nuestras calles, y siempre será poco.
Le agradezco sus palabras, y por sobre todo, recuperar lo que siempre en verdad fue nuestro, el cóndor.
Un saludo majestuoso,
Don Virula.
PD: Don Ábila de la Mancha, así como existe una recaudación de impuestos físicos (dinero), que permiten que usted habite la mejor tierra jamás vista ni oída, existe, para justicia completa, un impuesto metafísico, que le permita a usted disfrutar de la belleza escondida del Godoy, envidia de todo poeta. Este impuesto es la tan mentada Ius Prima Noctis. Creo realmente que ese impuesto es poco, y no les será quitado.
Don Virula, de los gamos el mayor.
EliminarCierto es que sus rulos guardan sabiduría, como sus certeras palabras. Más cierto aún que es una enorme dicha la de habitar la mejor tierra jamás vista ni oída.
Pero creo con certeza que para los fieles seguidores de el Castel del Monte, donde Evilio distribuye los sacramentos, puede exigirseles un impuesto metafísico más elevado en lo espiritual, y evitarle la deshonra de entregar a la amada en la primae noctis. ¡Así las tinieblas nos rodearan eternamente!
Y comento por el bien común de la gloriosa Godoy, siempre he velado por su bienestar, no queremos que llegue algún Wallace y haga que algunos levanten sus faldas contra el Marqués
Con el respeto que se merecen, el de la Manchita
Honorable Marqués del Godoy. Siempre es un deleite para mi, y asumo que para todos, poder leer y presenciar las andanzas de sus tierras. Sabe bien la estima que tengo a algunas de sus calles y zonas. Pero, valgame de Dios, que por mi guayma querido no puedo permitir ni tolerar esa utópica usurpación. Es como si un padre de repente se le ocurriera intercambiar a su hija bastarda por una princesa en la cual su progenitor desconoce esta condición.
ResponderEliminarNoble es para un terrateniente el poder admirarse de las tierras ajenas, y no actuar cual pirata inglés, disponiendo de lo que no es propio como propio.
Guaymallen antiguo, de chacras de olivo, estación de trenes y faz colonial, con sus vereditas y el noble Cóndor, se derraman coplas de aquel noble cruce. Guaymallen antiguo románticas musas habitan por siempre en tu corazón.
+DOF
Querido Marqués:
ResponderEliminarLuego de larga espera, ha querido el Dios que nos conozcamos, lo cual agradezco profundamente.
Y uno de los motivos de mi agradecimiento es haber podido conocer su identidad y, de esa manera, conocer este escrito.
Sin conocer ninguno de los lugares mencionados, ya los añoro, como si alguna vez los hubiera recorrido bajo la custodia de las estrellas cuyanas. Gran impresión causaron sus palabras en mi. Es por eso (sumado a que dicen las lenguas que un noble motivo le ata a la celosa Bella Vista) que le pido encarecidamente que, recurriendo a la misma musa que inspiró estas palabras, deje fluir su pluma para así describir las calles de aquella sencilla ciudad del oriente.
Lo saludo, esperanzado de volver a encontranos en algún otro asado y poder seguir hablando de bueyes perdidos