viernes, 16 de febrero de 2018

El humo místico , el incienso Orante .





16 de febrero de la tercera edad....

La época de lluvias de verano  han comenzado en el reino sobre la montaña , tierras del joven Baishka amo y señor...

Penumbras en algunas montañas rocosas , un silbido agudo ligero  liquida lentamente los tímpanos de mis oídos , como si los dragones de antaño hubiesen  vuelto con sus demoníacos alaridos ... algo no está bien y lo sospecho hace ya  algunos meses . 

Las nubes cubren el Valle...

Había vuelto al reino de las tierras altas después de estar una temporada en El Godoy , tierras del Marqués , donde habitan mis más apreciados. Allí tuvimos conversaciones serias , quizás demasiado serias por asuntos de hombres , sobre la rebelión del “clero” y otros motivos que en principio serán difíciles de resolver y revertir.

Mi mente y mi cuerpo me pesan... 

Mi manto empapado de las lágrimas del cielo hacen que mi cuerpo se fatigue más por cada paso que doy. Solo mi cayado me mantiene de pie..

La incertidumbre me consume , las penas comienzan ahogarme pero levanté la mirada y vi mi morada ... ahhh... mi hermoso recinto , sin descripción alguna , solo a saber que sus paredes se mezclan  con el pasto verdoso del verano , las pequeñas ventanas con la madera del álamo “ovacionador” y sus tejas  y chimenea zigzagueante combinan con las firmes e impenetrables montañas. 

La lluvia y la penumbra continuaban , eran las siete de la tarde.

De mi despacho saqué una botella de vodka casero , hecho por mi amigo Seriozha Smulianiev , monje de la Rusia oriental. Me serví un vaso grande como de costumbre y lo dejé en la mesa de roble para poder ir a buscar ropa seca.

 Caminando hacia el armario me tropecé! -en ese momento entre la caída y el piso en forma de cámara lenta, mi mente sintió colapsar ( el cuerpo y sus movimientos son reflejo de nuestro estado espiritual y mental)- mi cara cayó contra el suelo y me hizo una pequeña herida en la mejilla por desgracia o por gracia , mejor dicho,ya que estando en el piso vi debajo de mi cama un pequeño frasco con letras de Medio Oriente  pero muy diluidas . ¿Que hacía eso ahí? No lo puedo saber pero al abrirlo me encontré con algo muy glorioso , con aroma a la más maravillosa primavera que cualquier ser en la tierra pudiese vivir..... Era tabaco de Narguile....


Rápidamente me levante y me fui con mi Narguile , mi vaso y el tabaco hacia el jardín trasero , el cual tenía vista a la cordillera y un pequeño techo que me cubría de la lluvia.


Eran ya las  siete y media , la lluvia no cesaba.

Las brasas comenzaron a arder y coloqué en la cerámica esté tan sabroso y desconocido tabaco . Tome un sorbo de mi vodka , respiré hondo  y  fumé .... y... y.. no pasó nada. 


Hasta que exhale!!!!

El humo que salió hizo que se presentara un “flash back”en mi cabeza . Los recuerdos de amistad  ,de alegrías  , de conversaciones místicas , elficas brotaron como si un fantasma del pasado hubiera abierto una puerta de mi memoria  que estaba cerrada con candado por culpa de los asuntos críticos y mundanos .

El tabaco mágico invadió mi cuerpo a tal punto que dos lagrimas brotaron de mis ojos por tan hermosos recuerdos , una de esas lágrimas curo la herida de mi mejilla  y la otra cayó sobre el frasco con el texto oriental borroso que al tocarlo hizo brillar en letras de oro “محتوى الموضوع صديق أبابا”  que en español quiere decir “el contenido es lo que importa amigo Abubba ” .  

En ese momento recordé... este tabaco se me fue dado por un Ermita llamado Serafin , proveniente de África , que me lo había dado en Egipto , en la antigua Alejandría hacia ya un par de décadas. Él me lo había dicho - solo me recordarás cuando necesites de esté tabaco. 
El humo era espeso y tomaba formas propias , era maravilloso. Mi ropa se había secado , el humo místico frenó  la lluvia , abrió el firmamento cubierto de nubes para que entrara el último rayo de sol que se ocultaba tras la montaña. El humo se hizo incienso en el cielo y rezaba en mi boca  “Abba , Господи , Abba, Господи

Una melodía élfica sonaba en el aire

Mi ropa era seda liviana de nuevo.
Ya eran las diez de la noche.

Escucho ruidos en los arbustos y la silueta muestra a mi mascota “Meeellon” , un perro robusto con abundante pelaje , similar a un ovejero tibetano pero más grande. Se sentó al lado mío a acompañarme en mis últimas humeantes oraciones. 

Mi ánimo había cambiado totalmente , el cielo estrellado y la luna nos acompañaban y dije :

Lo que contenemos es lo que importa.


Dom Abubba , el Starets 

2 comentarios:

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  2. Mi estimado abubba:
    Me encanto la idea de fondo,donde al fin y al cabo es dentro de nosotros y no afuera donde hace buen o mal tiempo.
    creo yo, que descrubrir el mal tiempo (en uno mismo o en los demas), digamos, un estilo de meteorólogo del clima espiritual y asi descubrir lo que contenemos es el gran desafio que nos propone el mundo griego, de "conocete a ti mismo" y mi futuro laboral de la psicoloxía... fantástica misión donde uno se puede sumergir!!!

    sin mucho mas, me deleite con su escrito.

    atte don Eutrapelio Cozzetti.

    p.d.: don abubba, tenga en cuenta que "en el arte de vivir, no hay que esperar que pase la tormenta, al contrario hay que aprender a danzar bajo la lluvia... "

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